3) Arrebol

Por años fui su amigo que siempre la apoyaba,
de lejos la seguía, sus pasos yo cuidaba,
vigilaba su casa, iba donde ella fuera,
fui feliz a su lado, sin que ella supiera.

Ser feliz duró poco, así quiso el destino,
y pronto una mañana me dejó sin camino,
mi Luciana viajaba, tal vez no la vería,
mi corazón seguro, sin ella rompería...

Se estremeció mi cuerpo, me invadió la tristeza,
de que solo un recuerdo me quede en la cabeza.
Aquellos ojos bellos que tanto idolatraba,
quizás deje de verlos sin saber que la amaba.

Partió sin despedirse, y es la vida tan cínica,
que donde ella viviera hoy sea una clínica,
donde todas las tardes contemplo el arrebol,
cuando con densas nubes raudo se oculta el sol.

¿Cómo decirle a un hombre que halle su fe perdida?,
que detrás de las nubes se esconderá su vida?
¿Cómo decirle a un hombre, que halle por fin la calma,
si se murió por dentro y desgarró su alma?

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