6) El hilo rojo


Al día siguiente de encontrarla,
mientras revisaba su perfil,
se conectó,
y no supe qué decir.

Improvisé un saludo,
luego de varios minutos contestó,
fue mágico...
pude reafirmar mi amor.

Me explicó que buscaba
personas de su niñez,
y que por medio de amigos
se encontró con mi Face.

Hablamos por un buen rato,
todo lo hacía reír,
cada instante que pasaba
se parecía más a mí.

Era adicta a la música,
y así como yo,
cerraba los ojos
para disfrutar una canción.

Decíamos muchas frases
los dos a la vez,
era como un guion repetido
al derecho y al revés.

El hilo rojo del destino,
parecía unirnos a los dos,
almas gemelas que se encuentran
contra toda predicción.

Pensaba que mi sueño era posible,
y mi Luciana por fin,
algún día tocaría mi mano
para hacerla feliz.

Con mucha timidez le propuse
invitarle un café,
accedió sin dudar un instante
el sábado a las tres.

Pensé que tal vez el destino
nos deseaba juntar,
y por nada del mundo perdería
esta oportunidad.

Era un sueño... por fin estaría
frente a aquella mujer,
que con solamente una mirada
siempre me tuvo a sus pies...

No hay comentarios: