0) Los Ojos de Luciana - Prólogo

Aún recuerdo aquel día en que por vez primera
contemplara sus ojos de un extraño mirar,
me quedé boquiabierto sin que yo lo quisiera,
esperaba la muerte en aquel contemplar.

Aunque eran cafés, esos ojos mortales,
como tantas personas que conoces sin más,
era el brillo o la forma, que los hizo especiales
¡olvidarlos por años no he podido jamás!

En inútil esfuerzo he querido alejarme,
el destino no quiso que la logre olvidar,
ni el Virgilio de Dante consiguiera guiarme,
en el cielo de ojos que yo pude mirar.

Y aun siguiendo mi vida, aparece en un sueño,
como un ángel silente que me viene a cuidar,
a cantarme canciones de cuando era pequeño,
a robarme sonrisas mientras llego a soñar.

Es a esa Luciana a quien siempre le escribo,
a quien tarde o temprano miraré de verdad,
y sus ojos oscuros otra vez me harán vivo,
aunque sé que al mirarlos moriré sin piedad.

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