Muerto



Como este manto denso que hoy cubre mis despojos,
un día se cubrieron de dolor y de espanto,
al saber que culmina, te imploraron mis ojos
que no te alejes nunca, ni desbordes mi llanto.

Lo hubiera dado todo por ser correspondido,
porque brille mi nombre con esta luz intensa,
por sobrepasar juntos las llaves del olvido,
y hacer de nuestro amor felicidad inmensa.

Ayer sueños, hoy lágrimas... ¿Qué importa lo que hiciste?
¡Qué importa todo el mundo, si todo es un momento!
Contigo fui feliz, y aunque me veas triste,
yo siento algo infinito como el ausente viento.

No quiero verte sola. No quiero hablarte nunca
de la soledad fría que dejas en mi mente;
si hoy estas contenta; mi esperanza se trunca
como si fuera un río que perdió la corriente.

Este amor espectral sin saber ha cambiado
mis oásicos sueños en áridos desiertos,
llevaste mis peñascos al vil acantilado:
Al país donde sólo sobreviven los muertos.

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